ACTUAR

 

Este es el momento de concretar una acción transformadora partiendo de lo que se ha comprendido acerca de la realidad (ver) y lo que se ha descubierto del plan de Dios sobre ella (juzgar). 

 

Es la fase de la práctica nueva y del compromiso.

 

Pero aquí también nuestra referencia como discípulos sigue siendo Jesús y por ello nuestro actuar no puede ser prepotente, agresivo ni excluyente; queremos actuar al estilo y con las actitudes de Jesús. Es un momento de importancia titánica, ya que impide que la reflexión quede en lo abstracto. Ese compromiso que aquí se propondrán los alumnos a sí mismos, será fruto maduro de la reflexión realizada acerca de la realidad observada y de sus propias vivencias y necesidades, procurando incidir verdaderamente en la realidad social con gestos de amor a los demás. Es por eso que dejamos el actuar para el último día de la semana.

 

Este último día pretendemos que el alumno sea capaz de proponerse algo que pueda cambiar la realidad que está en sus manos. Algo factible y que cuando el lunes de la semana siguiente preguntemos si han cumplido su compromiso puede decir orgulloso: Sí, lo cumplí, y me he sentido genial.

 

 

  ¿Qué haría Jesús en mi lugar?

                   ¿A qué me invita Dios?

                            ¿Qué tengo que hacer para cambiar esta situación?.