Vivimos un momento especialmente motivador dentro de la iglesia con el Papa Francisco, sus palabras van resonando y parecen animarnos a esta tarea de evangelizadores, en su Exhortación Apostólica “Evangelii Gaudium” nos dice: “Invito a cada cristiano, en cualquier lugar y situación en que se encuentre, a renovar ahora, mismo su encuentro personal con Jesucristo, o al menos, a tomar la decisión de dejarse encontrar por El, de intentarlo cada día sin descanso”.

Nuestro objetivo es provocar ese encuentro personal y hacerlo todos los días, porque cada día puede ser el mejor momento de encuentro.

 

Es cierto que esta tarea de evangelización a través de la oración no es fácil, pero también en palabras del Papa Francisco: “Cada uno  de los bautizados, cualquiera que sea su función en la iglesia y el grado de ilustración de su fe, es un agente evangelizador,(…) La nueva evangelización debe implicar un nuevo protagonismo de cada uno de los bautizados”. Por tanto todos estamos llamados a esta labor, no sólo aquel que está más formado o tiene una especial sensibilidad hacia lo religioso, todos tenemos que ser protagonistas en esta tarea.

 

Por otro lado nuestro trabajo ha tomado como eje fundamental La Palabra. No es casualidad que también en la Evangelii Gaudium se nos diga que “Es indispensable que la Palabra de Dios sea cada vez más el corazón de toda actividad eclesial (Verbum Domini, benedicto XVI)” Estamos convencidos de que es necesario leer, tocar, saborear, familiarizarse con la palabra de Dios para poder transmitirla con eficacia.

 

Y si nos quedaba alguna duda en cuanto a importancia de la oración en nuestra vida cada día nos vuelve a decir el Papa “Sin momentos detenidos de encuentro orante con la Palabra, de diálogo sincero con el Señor, las tareas fácilmente se vacían de sentido, nos debilitamos por el cansancio y las dificultades (…) La Iglesia necesita imperiosamente el pulmón de la oración, y me alegra”.