En nuestra propuesta junto al alumno, el gran protagonista es el educador, queremos que éste haga camino con el educando, que juntos recorran el camino de la oración, porque el testimonio es lo que hace del maestro un compañero de camino en la búsqueda de la verdad.

 

Estamos convencidos de que sólo contagiará su pasión por el Evangelio aquel que con su vida demuestra lo que ha dicho, sino, no lo hará por muy bonitas que sean las oraciones elaboradas.

 

 

Creemos que la oración de la mañana es por tanto un momento importante, una oportunidad que se nos presenta cada día, para que como dice nuestro Carácter propio acompañemos a los niños para que descubran la presencia de Dios en sus vidas y que esta les acompañe a lo largo de sus vidas. Y hacer de este momento algo especial, no algo repetitivo y hasta mecánico sino como dicen de M. Paula, ella enseñaba a orar de verdad, a comunicarse con Dios de muchos modos y buscaba oraciones variadas y breves. Esta será pues una de las claves buscar diferentes modos de llevar a Dios a la vida de nuestros alumnos, de formas claras, sencillas y breves. Y que este encuentro con Dios llegue hasta las familias, procuraremos que nuestra acción evangelizadora no se quede en el niño sino que en su casa, con su familia pueda compartir aquello que vive en el centro. Para ello intentaremos implicar a las familias dentro de este proyecto a través de su apoyo  e implicación en algunas de las actividades que se propongan.